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ENTRE LINEAS

De vuelta entera

De vuelta entera

Dicen los expertos y las expertas en la materia que el llamado “síndrome post vacacional”, aquél que nos produce cansancio, falta de apetito – el que nos ayuda a vivir y el de engullir alimento- concentración, irritabilidad, ansiedad, tristeza, pasotismo y otras lindezas emocionales, puede evitarse o, cuando menos, paliarse si se siguen unos simples consejos. Uno de ellos es el reanudar la actividad laboral después del período de vacaciones, en un día de la semana diferente al lunes. Decidí seguir ese consejo y empezar mi presunta actividad laboral hoy jueves. Nada. Mi castración emocional es la misma que si hubiese empezado en lunes. Creo que lo  mejor es que me  vaya al médico  para ver si me  da  la baja hasta las próximas vacaciones.  Ello comportaría varios beneficios. El primero de ellos es conseguir mi felicidad. El segundo es que el galeno acertaría con total seguridad el tratamiento. El tercero es que podría explicar ampliamente mis  historietas de  las vacaciones. El único inconveniente es que  la empresa que me paga  puede  molestarse con mi ausencia por mucho que les diga aquello que "no hay nadie imprescindible", "que ya veréis que bien os las arregláis sin mi",  etcétera, etcétera y me da vacaciones perpétuas y no subvencionadas que, a fin de cuentas es lo que me interesa. Pensaré eso como terapia.  Seguro que  se me pasan todos los males y es que no hay nada como ser un burgués capitalista para encontrarle soluciones a todo.

14 comentarios

Para Noa-, reinventando a Franz -

Creo que inventas o imaginas. El tener un síndrome de algo que no se conoce no es posible. Solo causa ansiedad aquello que no se puede alcanzar... ¿Seré sicólogo? :-SS

Noa- -

YO tengo sindrome "no-vacacional"... existira... o lo estarñe inventando?

Para kaleidoscopio, sin lectura -

Lamentos recíprocos y compartidos. Si no escribo, tú no comentas...y tampoco te leo :-)

kaleidoscopio -

Pues ya está, no tomas vaca y no hay síndrome, jajaja, mira que lo único que lamento de tus vacaciones es que no te leoooooo BIENVENIDO

Para María, agradecida y acogedora -

¡Con lo que a mi me gusta la desmesura, el descontrol, el concierto desconcertado y, sobre todo, que el momento dure más de un momento! ;-)

María -

Gracias por tu comentario en mi blog. Eres bien recibido. No temas mi moderación, no se debe a ti....
Te has dado cuenta de que el "Síndrome Post-vacacional "también se da según se van desplomando los días,al borde del fin de semana???....
Disfruta al momento del momento...

Para TERESA, abusando de la recuperación del síndrome -

Eres muy comedida (en el tema de las vacaciones)Yo necesito once :-S

TERESA -

No importa si se empieza en lunes o en viernes el rollo es tener que empezar, yo siempre he dicho que necesito dos meses de vacaciones uno para disfrutar ellas y otro para ir haciendome la idea que se terminan y que hay que volver al trabajo...

Para Helena, a su aire -

Podemos hacer algo mejor que repartir los síndromes, intercambiarlos. Vamos que te cambio un muchito del mío por un poquito del tuyo... ¿Qué tal?

Para Sherezade, atajando el problema de raíz -

Miedo me da preguntarte la solución que propones para acabar con un "calentón"... :-SS

Para Maria, la mujer de las posibilidades imposibles -

Y hay much@s que tienen la costumbre de ser muy animales. Encantado de tenerte (¿de nuevo?) en estas páginas.

Helena -

Está claro que voy desacompasada, porque yo lo que tengo es "sindrome prevacacional" :)
En fin, resulta curioso pensar en que la mayor parte de las personas del mundo carecen de éste síndrome, bien por carecer de trabajo o de vacaciones. Hasta los síndromes deberían estar mejor repartidos.

Besos, y feliz vuelta entera ;)

Sherezade -

La única manera de no tener síndrome postvacacional es no irse de vacaciones ^_^

María -

....después de permanecer con una gran libertad de horarios, descansando y con pocas obligaciones, además de comer casi todo lo que a uno le apetece durante las vacaciones, es muy habitual que tan sólo con pensar que tenemos que volver a nuestra rutina, a nuestro modo habitual de organizar las cosas, ese biorritmo es el que nos está fastidiando y el que convierte ese estado de optimismo vacacional en una situación de hastío que nos supera...tratamos de prorrogar lo improrrogable. Parece increíble cómo pueden ocasionar tanto estropicio esos tantos placeres no tan habituales el resto del año...cierto es...somos animales de costumbres...